Carlos Pérez Vidal, 1988. Miembro fundador del Grupo La Campana
Pérez Vidal fue miembro fundador del Grupo La Campana (activo desde 1988 a 1993 en las ciudades de Las Tunas y La Habana), sus proyectos fueron herederos del postmodernismo y de los recursos existentes en el panorama artístico internacional desde los años 60-70 (del pop, conceptualismo, arte povera, mínimal, performance, arte de intervención, participación, procesual y de sistema); pasión inclusiva de nuestro pensamiento y cultura sincrético. Aquí es donde se explica el giro que tiene lugar en la conciencia social hacia la segunda mitad de los 80, dentro del cual los más jóvenes (Arte Calle, La Campana, A.B.T.V., etc.) liberados de prejuicios e inhibiciones, arremetían contra errores que entorpecían el desarrollo de la sociedad, exigiendo con su actitud crítica, una serie de cambios que rebasaban el marco de lo artístico. En el tratamiento de las distintas líneas o vertientes, subyace por lo tanto, como sustrato conceptual, una voluntad utópica de reformulación y aguda crítica social y política, acompañada por el afán deconstructor y subvertidor de lo establecido, desde los esquematismos ideológicos, políticos, sociales, educacionales, hasta los propios preceptos de la creación artística.
Los métodos tradicionales de la creación, el papel elitista del arte, su carácter aurático, sus circuitos de difusión y distribución fueron violentados en la mayoría de los proyectos del Grupo La Campana y en la postura misma de los creadores. Resultó vital el interés por priorizar la creación colectiva de la individual. De ahí que la gran mayoría trabajara en grupos, lo cual llegó a ser uno de los signos más distintivos de la década.
¿Qué Quieren, Resignación?, Instalación y Performance, La Habana 1989. Proyecto Quo vadis, Cuba?. Pintura de Asfalto sobre la Mesa de Pintar del Artista, Huellas Dactilares, Pintura Plateada al Óleo.Los numerosos esfuerzos por democratizar la expresión artística y la trasgresión de los espacios artísticos tradicionales: (Puré, 1, 2, 3, 4, 5, 6....12, Provisional, Arte Calle, La Campana, A.B.T.V., Imán, etc.) llegando incluso a diseñar y realizar escenografías de gran audiencia y popularidad complementan en estrecha relación, el decisivo interés latente en cada uno de sus integrantes por la asimilación y reflejo de la cultura popular Urbana. Su proyección en grupo e individual constituye un avance vital en el rescate del vasto arsenal de imágenes, conductas e idiosincrasia vernáculas, así como el manejo y la adopción de actitudes, fórmulas y códigos kitsch, del conceptualismo y del arte de acción sociocultural que condicionarán e identificarán la producción plástica de este período. Las acciones del Grupo La Campana son ejemplos genuinos del arte de la generacion de los ochentas y forma parte del extraordinario desarrollo del performance que tiene lugar desde la segunda mitad de la década, caracterizada por su fuerza como género deconstructivo y por la importancia que adquiere el arte ampliado en nuestro contexto dentro del fenómeno denominado como subcultura juvenil.
Proyecto Luz Verde, 1988. Grupo La Campana. De Izquierda a Derecha: Carlos Pérez Vidal, Eduardo Lozano, Manuel Martínez Ojea, Marlon Lastre y Oscar Aguirre.
Como parte de la conquista de las “zonas de significación” y de la estrategia Arte-Vida, se hace vital en sus propuestas de estos años, ese afán utópico transgresor del arte hacia la sociedad. Hacia finales de la década de los 80, la tensión de lo permisible llevó, tras un flujo y reflujo de los márgenes, a un cierre interno y a un recogimiento obligado de la joven plástica, que provocó la decomprensión del movimiento artistico en los primeros años de los 90.
Proyecto Metáfora del Éxodo, Casa Laboratorio de Carlos La Habana, Enero, 1993. De izquierda a derecha: Wendy Navarro, Diana Figueroa Paz, Carlos Pérez Vidal, Eduardo Lozano, Janet Batet, Meira Marrero, Javier López del Castillo.Gerardo Mosquera y Carlos Pérez Vidal. Proyecto Metáfora del Éxodo.
De izquierda a derecha: Michael Hirzel, Archie, Diana Figueroa Paz, Carlos Pérez Vidal, Irina Leyva, Gerardo Mosquera y otros invitados .
De izquierda a derecha: Janet Batet, Meira Marrero, Archie, Eduardo Lozano, Sergio de la Calle y Carlos Pérez Vidal.
La obra de Carlos siempre en estrecha relación con los avatares del hombre, de la sociedad, las obras involucraban historia, religión, política, dilemas existenciales, filosóficos, mitos, tradiciones, cultura popular, vida cotidiana..., todo ello imbricado con unos niveles de poesía, de disfrute de la creación, de efecto mágico y “curatorio” en un -quizás ya perdido- afán por cambiar las cosas.
Carlos Pérez Vidal, Smoking the History, 2007. Eight Modern, Santa Fe, New Mexico.
Aquí encontramos las raíces del trabajo de este artista, y el halo poético y contestatario; mágico y subversivo; utópico y crítico (a un mismo tiempo) que envuelve sus instalaciones y altares, sus fotografías y performances, sus vídeos y esculturas. Así surge su crítica a la guerra, al afán de poder, a las injusticias, a la banalidad, la frivolidad reinante...
Su sensibilidad ante los problemas del mundo que vivimos, los deseos por construir un mundo nuevo, por extender sus consideraciones, sus ideales y sueños de un tiempo mejor, se traducen en todo un universo de simbologías disímiles, de formas que danzan en su imaginación creando universos nuevos, nuevos lenguajes, nuevas formas de alertar conciencias y comunicarse con el espectador.
Wendy Navarro
Barcelona, Enero, 2008.
Wendy Navarro Lic. de Historia del Arte en la Universidad de La Habana. Colabora en Públicaciones de Arte como la Revista Art Nexus, la Revista Arte Cubano y diversas públicaciones de Arte en Barcelona.
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